Había una vez un reno llamado Rodolfo (castellano) o Rudolph (inglés) que siempre estaba jugando solito porque los demás renos no querían estar con él. Todos se burlaban de su nariz porque era muy muy roja y brillante. Era tan brillante, porque un hada decidió colocarle polvos mágicos en la nariz.
Papá Noel tenía 8 renos que se llamaban:
Vondín (Dasher)
Danzarín (Dancer)
Pompón (Prancer)
Juguetón (Vixen)
Cometa (Comet)
Cupido (Cupid)
Trueno (Donner)
Relámpago (Blitzen)
Un día de Navidad empezó a nevar tanto que no se podía casi ver lo que había alrededor. El pobre Papá Noel no sabía cómo iba a poder repartir los regalos con el trineo si no se veía nada…
Miró a lo lejos y vio una luz roja muy brillante, como era muy curioso se acercó a ver qué pasaba. Se llevó una gran sorpresa al ver que esa luz era la nariz de un reno que se llamaba Rodolfo/Rudolph.
Papá Noel pensó que si ponía a Rodofo/Rudolph el primero de sus renos les iluminaría el camino y podría llegar a todas las casas a repartir los regalos. ¡Y así lo hicieron!
Desde ese día Rodolfo/Rudolph trabaja con Papá Noel y ya ninguno de sus amigos los renos se ríe de él.
Mira que he cantado veces aquello de "Rudolph the red nose reender have a very ...",pero nunca me había topado con la historia, no la sabía. Me parece una historia genial para contarle a los "peques".
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