viernes, 5 de octubre de 2012

9 D'OCTUBRE, FESTA DE LA COMUNITAT VALENCIANA

Per a treballar el dia de la Comunitat Valenciana podem contar la història de Jaume I "El Conqueridor", també podrem emprar el traç horitzontal per fer la bandera de la Comunitat Valenciana y treballarem el territori valencià.






Podem emprar cançons com la de Jaume I tenia 100 soldats i ¡jugar amb els moros i els cristians!





I un altra cançó per finalitzar el treball del 9 d´Octubre.





sábado, 29 de septiembre de 2012

EL OTOÑO

POESÍA "LOS FRUTOS DEL OTOÑO"


Con la llegada del otoño, se celebra la fiesta de "la castañera". 
La castañera es una persona que se dedica a cocer o asar CASTAÑAS, un fruto típico del otoño. Con ella podremos apreciar los sabores de las castañas y disfrutar de su aroma, Normalmente se sirven en cucuruchos de papel y calentitas, recién sacadas del fuego.
Aprovecharemos la visita de la castañera para  aprendernos su canción:




Trabajamos el trazo horizontal con temática otoñal. Ayudemos al caracol para que alcance los diferentes objetos otoñales, ¡también podemos colorearlo!


¿Te atreves con un trabalenguas? 


sábado, 8 de septiembre de 2012

PERIODO DE ADAPTACIÓN


¡EMPEZAMOS EL COLE!

La vuelta al cole, después de las vacaciones de verano, supone una vuelta a la rutina, a madrugar, a tener horarios, hacer deberes… Pero quizás, cuando es la primera vez que vamos a ir al cole es un paso mucho más importante.

Se considera el período de adaptación, el proceso por cual el niño va elaborando, desde el punto de vista de los sentimientos, la perdida y la ganancia que le supone la separación, hasta llegar voluntariamente a una aceptación interna de la misma.

Esta separación, supone para el niño, el encontrarse, el sentirse menos resguardado, menos protegido, menos seguro. Añadiendo a esto las escasas estructuras temporales que el niño tiene, así comprenderemos que el niño se vea invadido de sentimientos de inseguridad, de abandono, de angustia, de miedo, de aislamiento, entenderemos así sus sentimientos, el resurgimiento de los celos y la envidia, así como sus expresiones de cólera y de odio y la satisfacción que le produce al niño, a nivel intrínseco, el alimento del yo, el crecimiento y la seguridad que suponen el encontrarse consigo mismo, el sentirse con recursos válidos, el poder expresar su mundo emocional y el saberse entendido y aceptado…por todo ello el niño deberá encontrar un entorno favorable.

Los padres tendrán una gran influencia en este periodo, que viene determinada por como ellos, vivan su separación, sus temores, su angustia, su seguridad o inseguridad, su grado de confianza en las posibilidades del niño y en la escuela.

Si los padres viven con dificultad este momento, el niño va a reclamarla con ansiedad y vivirá la adaptación como algo inseguro y peligroso, dificultándose enormemente la evolución del proceso.

Cómo pueden colaborar los padres con su adaptación:

a) Tener una actitud abierta y confiada al traerlo a la escuela
b) No engañar ni permitir el chantaje
c) Hablarles de las ventajas de venir a al a escuela (de lo bien que se lo van a pasar)
d) No es bueno que falte los primeros días, excepto por razones que lo justifiquen, porque se rompe el ritmo de adaptación
e) Conviene que el inicio de la escolarización no coincida con ningún hecho conflictivo (enfermedad, nacimiento de un hermano…)
f) Se recomienda ir cambiando su rutina diaria antes de comenzar la escuela, para que el cambio no sea tan brusco (levantarlos y acostarlos antes).
g) No se deben prolongar excesivamente los despedidas, porque podemos prolongar el llanto del niño/a.
h) No hemos de irnos del aula sin despedirnos del niño/a, aprovechando que esta inadvertido/a

Para conseguir que el periodo de adaptación sea rápido, se necesita sobre todo una buena dosis de comprensión por parte de los adultos que rodean al niño/a.

¡ÁNIMO CON LA VUELTA AL COLE!

miércoles, 29 de febrero de 2012

¡¡SOY EL ENCARGAD@!!


¡¡Los encargados!!

A los niños les encanta ser el encargado/a de la clase, se sienten valorados y apreciados. El encargado es el niño responsable de una de las tareas que se lleva a cabo en el aula.

Muchas veces se establece el encargado de la semana que se encarga de pasar lista en la asamblea. Y los encargados de materiales, que son diferentes niños de los equipos que se encargan de cuidar el material que les corresponde, de recogerlo, mantenerlo cuidado, vigilar que sus compañeros cumplen las normas de uso de los mismos, etc.

Os dejo un ejemplo de tareas de encargados con su correspondiente tabla. En la tabla se coloca el nombre o foto del alumno y al lado la tarea que se le asigna.






miércoles, 8 de febrero de 2012

¡SAN VALENTÍN!


CHEESCAKE DE BROWNIE ROJO

Una deliciosa tarta de queso con brownie, un postre muy muy dulce y perfecto para un día tan romántico como el de San Valentín.
Para todos los enamorados que tenéis hijos, deciros que es una receta muy fácil que podéis hacer con vuestros hij@s y seguro que os encantará a toda la familia.
Necesitaremos un molde en forma de corazón, una bandeja de horno gruesa y si nos gusta la idea de hacerlos en forma de piruleta, unos palitos.


¡EMPEZAMOS!

INGREDIENTES RED VELVET
ü 3 1/4 tazas de harina
ü 2 1/4 tazas de azúcar
ü 3 cucharadas de cacao en polvo
ü 1 cucharadita de sal
ü 1/2 cucharadita de levadura en polvo
ü 3 huevos grandes
ü 1 taza de aceite vegetal
ü 1 cucharada de esencia de vainilla
ü 1 cucharada de colorante alimenticio rojo
ü 2 cucharaditas de vinagre blanco
ü 2 cucharadas de leche
INGREDIENTES CHEESECAKE
ü 2 tarrinas de queso crema (225 gr. cada una).
ü 3/4 taza de azúcar
ü 2 huevos grandes
ü 2 cucharaditas de esencia de vainilla

PREPARACIÓN
  1. Precalentar el horno a 175°C (350°F). Engrasar con mantequilla una bandeja gruesa de aluminio para el horno.
  2. En un bol grande mezclar la harina, el azúcar, cacao en polvo, sal y levadura. Reservar.
  3. En un bol mediano combinar los huevos con el aceite, la esencia de vainilla, el colorante y el vinagre blanco.
  4. Combinar la mezcla del bol grande con la del bol mediano. Mezclar bien. La mezcla tiene que quedar espesa.
  5. Separa 3/4 de la mezcla y colócala en un bol mediano. Añade las 2 cucharadas de leche y reserva.
  6. Verter el resto de la masa en la bandeja para el horno. Con la ayuda de una espátula, esparce la mezcla por toda la bandeja y alisa.
  7. Con una batidora bate el queso crema con el azúcar durante unos 2 minutos. Añade los huevos y la vainilla. Seguir batiendo hasta que no haya grumos. Verter esta mezcla sobre  la capa de brownie rojo que hay en la bandeja para el horno y alisar con la espátula.
  8. Pon ahora el resto de la mezcla que apartaste con la leche, encima de la capa de queso crema.
  9. Usando la punta de un cuchillo, crea espirales en la mezcla que hay en la bandeja (la roja y la de queso).
  10. Hornear durante 30 minutos (rotar a media cocción). Dejar enfriar antes de cortar.




POLOS DE GELATINA ¡SAN VALENTÍN!


¡¡LLEGA SAN VALENTÍN!!


Podemos preparar este postre bien para el día de San Valentín o para cualquier otra fiesta, son unos helados buenísimos de yogur, leche condensada y gelatina.
Son muy fáciles de preparar, los niños pueden ayudarnos en su elaboración y seguro que saldrán ¡mucho más deliciosos!

¿Os apetece probarlos?


INGREDIENTES
~        Capa roja: 1/2 taza de agua hirviendo, 1 paquete (85 gr.) de gelatina de fresa, 1/2 taza de agua fría
~        Capa rosa: 1/2 taza de agua fría, 1 y 1/2 sobre de gelatina sin sabor, 1 yogur (170 gr.) de fresa
~        Capa blanca: 1/3 taza de agua fría, 1 sobre (menos 1/2 cucharadita) de gelatina sin sabor, 1/3 taza de leche condensada

PREPARACIÓN
1.    Capa Roja: Disolver la gelatina de fresa en el agua hirviendo. Añadir el agua fría. Remover. Verter 1 cucharada de la mezcla en cada molde. Meter en la nevera durante unos 30-45 minutos.
2.    Capa Rosa: Colocar el agua en un cazo pequeño. Añadir la gelatina y dejar en remojo durante 1 ó 2 minutos. Poner a fuego bajo, removiendo constantemente, hasta que la gelatina se haya disuelto por completo (5 min. aprox.). Remover del fuego e incorporar el yogur. Dejar que se enfríen a temperatura ambiente. Colocar 1 cucharada de la mezcla en cada molde. Meter en la nevera durante otros 30-45 minutos.
3.    Capa Blanca: Poner el agua en un cazo y añadir la gelatina. Dejar en reposo durante un par de minutos. Calentar a fuego bajo, removiendo constantemente, hasta que la gelatina se haya disuelto por completo (5 min. aprox.). Incorporar la leche condensada y mezclar. Dejar que se enfríe a temperatura ambiente. Colocar unas 2 cucharadas en cada molde o vaso.
4.    Insertar el palito en cada molde. Meter en la nevera y dejar enfriar toda la noche.


¡DELICIOSO!


BIZCOCHO DE CHOCOLATE EN ¡5 MINUTOS!

Hola papás y mamás,
En estos días que hace tanto frío y tenemos a los niños en casa casi todo el dís, ¿qué os parece una deliciosa receta hecha en 5 minutos?
Todos sabéis que los niños no poseen una gran paciencia, por lo que os propongo preparar una merienda deliciosa en muy poco tiempo. Se trata de un bizcocho de chocolate hecho en el microondas. Lo podemos hacer con ayuda de los niños (y así los tenemos un rato entretenidos y hacemos cosas juntos, que siempre favorece las relaciones y el clima familiar).



Ingredientes:

  • 1 taza grande (muy importante que tenga el mismo tamaño por arriba que por abajo)
  • 4 cucharadas de harina
  • 4 cucharadas de azúcar
  • 2 cucharadas de cacao
  • 1 huevo grande
  • 3 cucharadas de leche
  • 3 cucharadas de aceite
  • 1/4 de taza de trocitos de chocolate (más algunos extras para distribuir en la parte superior cuando sale del microondas)
  • un chorro pequeño de extracto de vainilla




Preparación:
1. Agregar los ingredientes secos a la taza y mezclar bien.
2. Añadir el huevo y mezclar bien.
3. Echar la leche y el aceite y mezclar bien.
4. Añadir el 1/4 de taza de trocitos de chocolate y la vainilla, y mezclar de nuevo.
5. Pon tu taza en el microondas y cocina 3 minutos a 1000 vatios (alto). El bizcocho se elevará por encima de la taza, pero no te alarmes. Retirar del microondas y espolvorear encima chispas o trozos de chocolate.
6. Dejar enfriar un poco, y luego a comer este delicioso bizcocho microondas


lunes, 6 de febrero de 2012

RELAJACIÓN


Un niño se resiste a acostarse por diversos motivos. Puede tener miedo de la oscuridad o de no despertarse, o se siente inseguro cuando está solo. Indudablemente, le gustaría más jugar o ver la televisión y, en realidad, preferiría la compañía y atención de sus padres.
Cuando los niños se hacen mayores, su vida social adquiere preponderancia. No obstante, todos los niños deben tener su hora de acostarse y si se quiere paz en casa, los padres no pueden transigir en esta cuestión. Los padres que dicen «chicos, ¿no creéis que ha llegado el momento de acostarse?>>, han declinado su responsabilidad y sus hijos no se acostarán a la hora adecuada. Los padres que siempre permiten al niño permanecer levantado «sólo un poco más», tendrán siempre problemas con el momento de acostarse. De haber la menor posibilidad de transigir, los niños más nerviosos se agarrarán a ella. De ahí pues que para muchos padres, conseguir acostar a sus hijos es una más de las batallas al final de un largo día, justo en el momento en que ellos necesitan tiempo para sí mismos.
Lo más importante para que los niños duerman solos y en su cama es la relajación. Os dejo un vídeo que os propone una de las tantas maneras que hay para conseguir que los niños se relajen antes de ir a dormir y no suponga un problema.


sábado, 21 de enero de 2012

ADIVINA CUÁNTO TE QUIERO


Título: Adivina cuánto te quiero
Autores: Sam McBratney, Esther Roehrich-Rubio, Teresa Mlawer
Traducido por: Esther Roehrich-Rubio, Teresa Mlawer
Ilustrado por: Anita Jeram
Edición: 3, ilustrada
Editor: KóKinos, 2001
ISBN: 8488342152, 9788488342157
32 páginas


Era la hora de dormir, la liebre de color avellana se agarraba fuertemente a las orejas de la gran liebre color avellana.

Quería estar segura de que la liebre grande la escuchaba.
-          Adivina cuánto te quiero”, le dijo.
-          “¡Uf! No creo que pueda adivinarlo”, contestó la liebre grande.
-          “¡Así!”, dijo la liebre pequeña abriendo los brazos todo lo que podía.

La gran liebre color avellana tenía los brazos aún más largos:
-          “Pues yo te quiero así”, le respondió.
-          “¡Umm…cuánto!”, pensó la liebre pequeña.

-          “Yo te quiero hasta aquí arriba”, añadió la liebre pequeña.
-          “Y yo te quiero hasta aquí arriba”, contestó la liebre grande.
-          “¡Qué alto…!  ¡Ojalá yo tuviese brazos tan largos!”, pensó la liebre pequeña.

Entonces tuvo una idea: se puso boca abajo apoyando las patas sobre el tronco de un árbol.

-          “Te quiero hasta la punta de mis pies”, dijo. 
-          “Y yo te quiero hasta la punta de tus pies”, dijo la liebre grande color de avellana alzándola por encima de su cabeza.

-          “Te quiero todo lo alto que pueda saltar”, se reía la liebre pequeña dando brincos arriba y abajo.
-          “Pues yo te quiero todo lo alto que pueda saltar”, sonrió la gran liebre. Y dio tal brinco que sus orejas rozaron las ramas de un árbol.
-          “¡Qué salto!”, pensó la liebre pequeña. “¡Cómo me gustaría saltar así!”.

-          “¡Te quiero de aquí hasta el final de aquel camino, hasta aquel río a lo lejos!”, gritó la pequeña liebre.
-          “Yo te quiero más allá del río y de las lejanas colinas”, dijo la liebre grande.
-          “¡Qué lejos!”, pensó la liebre pequeña color de avellana. Tenía tanto sueño que no podía pensar más.
Entonces miró por encima de los arbustos, hacia la enorme oscuridad de la noche. Nada podía estar más lejos que el cielo.
-          “Te quiero de aquí a la LUNA”, dijo, y cerró los ojos.
-          “Eso está muy lejos”, dijo la liebre grande. “Eso está lejísimos”.

La gran liebre color de avellana acostó a la liebre pequeña en una cama de hojas. Se quedó a su lado y le dio un beso de buenas noches.

Luego se acercó aun más y le susurró con una sonrisa: “Yo te quiero de aquí a la luna… Y VUELTA”.

ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO, PODÉIS VER LAS IMÁGENES PINCHANDO SOBRE EL TÍTULO DEL CUENTO. ADEMÁS SI QUERÉIS CONTARLO A VUESTROS HIJOS POR LAS NOCHES O A VUESTROS ALUMNOS, TAMBIÉN PODÉIS ACERCAROS A UNA LIBRERÍA O UNA BIBLIOTECA Y ADQUIRIRLO.

¡QUÉ NO OS DE VERGÜENZA MOSTRAR LOS SENTIMIENTOS!

¡ CUÉNTAME UN CUENTO!



DARÍO Y LA NIEVE

Darío miró con tristeza los copos de nieve cayendo al otro lado de la ventana. Era la primera vez que veía nevar así en su ciudad. Pero en vez de estar ahí afuera disfrutando con sus amigos, Darío estaba con su pijama verde de cuadros metido en la cama.
38 de fiebre, había marcado sin piedad el termómetro, condenando a Darío a quedarse encerrado en casa.
- Pero yo no quiero, no quiero… Si además… no me encuentro tan mal – había tratado de convencer a Mamá.
- Pero si no has parado de toser en toda la noche. Además estás ardiendo. Ya volverá a nevar…
Pero Darío sabía que en su ciudad de mar no nevaba nunca y que si lo hacía, jamás sería como aquel día. Nunca había visto las palmeras del parque frente a su casa cubiertas de un manto blanco, ni los coches sepultados por la nieve, ni los tejados como en una postal navideña. Eso solo pasaba una vez cada tropecientos años, decían los meteorólogos en las noticias.
- ¿Cuántos años tendré yo dentro de tropecientos? Seguro que tantos que ya no me divertirá salir a hacer un muñeco de nieve, ni tirarme bolas. No es justo.
Pero Mamá no atendía a razones. Hacía mucho frío fuera y Darío estaba enfermo: debía quedarse en la cama todo el día. Sin salir, sin nieve. Viendo caer ese polvo blanco en el lado incorrecto del cristal.
- Me escaparé – pensó Darío mientras la fiebre cerraba sus ojos.
Lo cierto es que Mamá tenía razón: estaba enfermo. Se sentía muy débil. Tenía escalofríos y sus huesos parecían tan pesados y densos que no tenía fuerzas para levantarlos. Seguro que cuando se pusiera bien toda aquella nieve se habría marchado. ¿A dónde iría la nieve de las ciudades una vez que desaparecía?
En eso estaba pensando Darío cuando un ruido le sacó de su duermevela. Alguien había estampado, como si de un proyectil se tratara, una blanca bola de nieve sobre su ventana. Darío la abrió con curiosidad, preguntándose si sería alguno de sus amigos, pero lo que vio allí fue una bola de nieve, redonda y grande que flotaba sobre el aire.
- Daríoooooooooooo, con el día que hace y tú en la cama.
El pequeño se tocó la frente, convencido de que debía haberle subido la fiebre. Estaba viendo una bola de nieve que hablaba. Eso era rarísimo. Aunque bien pensado, Darío nunca había visto nevar. Tal vez las bolas de nieve hablaban siempre, porque al fin y al cabo, ahí estaba aquella llamándolo por su nombre.
- Pero, pero… estoy enfermo, no puedo salir a la nieve. Hace frío y…
– Bah, eso son tonterías. No puedes salir a la calle, pero puedes venir conmigo.
- ¿Contigo? Eso tienes que explicármelo…
– Donde yo voy a llevarte no se siente el frío y además ¿no acabas de preguntarte qué pasa con la nieve cuando desaparece? Si vienes conmigo yo te lo enseñaré…
Darío, muy asombrado tomó a la bola de nieve en su mano y observó como se hacía más y más grande, tanto que acabó por absorberlo. Todo comenzó a dar vueltas y Darío supo que estaba volando dentro de la bola de nieve. Sin embargo, tal y como le había advertido la bola, allí no hacía frío, sino un calor suave que hizo sonrojar sus mejillas.
Cuando empezaba a sentirse un poco mareado, la bola se detuvo y fue haciéndose más y más pequeña hasta que Darío volvió a estar fuera de ella. Pero a su alrededor ya no estaba su habitación, ni el parque de frente de su casa.
- ¿Qué es todo esto?
– Es el lugar a dónde va la nieve cuando desaparece. Aquí estamos todos: copos, bolas, muñecos de nieve, carámbanos de los tejados, placas de hielo. Hasta la nieve de la carretera que se ensucia cuando pasan los coches viene a descansar aquí.
Darío comprobó con asombro que la bola de nieve tenía razón. Aquel lugar estaba repleto de muñecos de todos los tamaños y formas. También había copos revoloteando por el cielo y bolas que salían disparadas de un lado para otro.
- ¿Y qué hacéis aquí exactamente?
– Esperar a que llegue el invierno y tengamos que desplazarnos hasta una u otra ciudad. ¿Pero has venido a hacer preguntas o a jugar con la nieve?
Darío estuvo jugando con los muñecos de nieve toda la mañana, lanzándose bolas con unos y otros, tirándose en trineo. A la hora de comer estaba tan cansado y tenía tanta hambre que pidió a la bola de nieve volver a casa.
- ¿Cómo haré para regresar aquí siempre que quiera? – preguntó Darío.
– Es fácil. Pregunta a tu imaginación, seguro que ella tiene la respuesta.
Al momento Darío estaba de nuevo en su cama y en el parque hacía horas que había salido el sol. La nieve iba poco a poco desapareciendo pero a Darío no le importó.
Sabía dónde encontrarla.
FIN

Este es un cuento corto muy bonito, especial para niños que están malitos o costipados y no pueden salir de la cama en estos días de frío. Espero que os guste y que lo disfrutéis. 

Si queréis ver más cuentos entrar en http://www.cuentoalavista.com/ de dónde sacado éste precioso relato