¡Llegó la hora!
El chupete es para los niños/as un
apoyo, por eso resulta difícil dejarlo. Sin embargo, el retrasar su retirada
también puede ser contraproducente. Por ello, de manera orientativa, debemos saber:
- A
partir del año y medio podemos comenzar a limitar progresivamente el uso del
chupete.
- A
los dos años es conveniente restringirlo a situaciones concretas, como por
ejemplo: irse a la cama.
- A
los tres años debería realizarse la retirada absoluta del chupete, si aún no se
ha realizado.
Pautas que
favorecen la retirada del chupete
Hay que saber que no hay un
método específico que valga para retirar el chupete a todos los niños/as, eso
sí, existen unos pasos o pautas para ayudar a conseguirlo:
- Aprovechar
un momento de estabilidad familiar sin tensión emocional (separaciones,
hospitalizaciones, comienzo de curso, nuevo hermanito/a, cambios de casa o
habitación, retirada del pañal…)
- La
retirada no debe ser brusca. Debe
acostumbrarse a no utilizarlo.
Poco a poco ves alargando los periodos sin la utilización del chupete.
- Premia
de manera afectiva al pequeño/a según vaya abandonándolo y no le des el chupete
si no lo pide.
- Recuérdale
que ya es mayor, que va a la escuela y que no necesita el chupete. De esta
manera refuerzas su autoestima, lo cual le producirá más fuerza y confianza en
sí mismo/a.
- Nunca lo castigues ni humilles cuando lo
utilice.
- Cuando
el niño/a llora, primero debemos saber cuál es el motivo del llanto, antes de
ponerle el chupete, porque quizás no sea necesario.
- Mantén
sus manos ocupadas, dale una opción de actividad entretenida para que realice y
pídele que se quite el chupete mientras está jugando.
- Podéis
contarle un cuento relacionado con este tema, se titula ¡Adiós chupete! de Patricia Geis Conti.
- Conseguido
que no lleve chupete durante el día, prueba a disminuir el uso durante la noche
con algún ritual agradable: una nana, una mantita suave, un peluche, algo que
le ayude a separarse serenamente de su mundo, a quedarse dormido sin la ayuda
del chupete.
- Podéis
hacerle partícipe de la decisión de abandonar el chupete, dándole a elegir la
manera de hacerlo:
-
Tirarlo a la basura directamente (en el contenedor de la calle).
- Enviarlo por correo a casa de un
familiar, amigo o incluso Papa Noel o los Reyes Magos, para otros niños/as que
lo necesitan y no tienen.
- Dejarlo por la noche debajo de la
almohada para que lo recoja el “hada de los chupetes” que le dejará una
sorpresa.
- Una
vez retirado el chupete, debéis ser firmes con vuestra decisión si os lo vuelve
a pedir.
Podéis tirar o esconder todos los chupetes para no tener la tentación. Ya sabéis:
OJOS QUE NO VEN…!
¡MUCHO ÁNIMO PAPÁ Y MAMÁ!