miércoles, 10 de septiembre de 2014

LA RETIRADA DEL CHUPETE


¡Llegó la hora!
El chupete es para los niños/as un apoyo, por eso resulta difícil dejarlo. Sin embargo, el retrasar su retirada también puede ser contraproducente. Por ello, de manera orientativa, debemos saber:
-     A partir del año y medio podemos comenzar a limitar progresivamente el uso del chupete.
-     A los dos años es conveniente restringirlo a situaciones concretas, como por ejemplo: irse a la cama.
-     A los tres años debería realizarse la retirada absoluta del chupete, si aún no se ha realizado.
Pautas que favorecen la retirada del chupete
Hay que saber que no hay un método específico que valga para retirar el chupete a todos los niños/as, eso sí, existen unos pasos o pautas para ayudar a conseguirlo:
-     Aprovechar un momento de estabilidad familiar sin tensión emocional (separaciones, hospitalizaciones, comienzo de curso, nuevo hermanito/a, cambios de casa o habitación, retirada del pañal…)
-     La retirada no debe ser brusca. Debe acostumbrarse a no utilizarlo. Poco a poco ves alargando los periodos sin la utilización del chupete.
-     Premia de manera afectiva al pequeño/a según vaya abandonándolo y no le des el chupete si no lo pide.

-     Recuérdale que ya es mayor, que va a la escuela y que no necesita el chupete. De esta manera refuerzas su autoestima, lo cual le producirá más fuerza y confianza en sí mismo/a. 
-     Nunca lo castigues ni humilles cuando lo utilice.

-     Cuando el niño/a llora, primero debemos saber cuál es el motivo del llanto, antes de ponerle el chupete, porque quizás no sea necesario.

-     Mantén sus manos ocupadas, dale una opción de actividad entretenida para que realice y pídele que se quite el chupete mientras está jugando.

-     Podéis contarle un cuento relacionado con este tema, se titula ¡Adiós chupete! de Patricia Geis Conti.

-     Conseguido que no lleve chupete durante el día, prueba a disminuir el uso durante la noche con algún ritual agradable: una nana, una mantita suave, un peluche, algo que le ayude a separarse serenamente de su mundo, a quedarse dormido sin la ayuda del chupete.

-     Podéis hacerle partícipe de la decisión de abandonar el chupete, dándole a elegir la manera de hacerlo:

- Tirarlo a la basura directamente (en el contenedor de la calle).
 - Enviarlo por correo a casa de un familiar, amigo o incluso Papa Noel o los Reyes Magos, para otros niños/as que lo necesitan y no tienen.
- Dejarlo por la noche debajo de la almohada para que lo recoja el “hada de los chupetes” que le dejará una sorpresa. 
-     Una vez retirado el chupete, debéis ser firmes con vuestra decisión si os lo vuelve a pedir. Podéis tirar o esconder todos los chupetes para no tener la tentación. Ya sabéis: OJOS QUE NO VEN…!
¡MUCHO ÁNIMO PAPÁ Y MAMÁ!

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